Árbol Rojo: Centro de Acopio Cinematográfico

Había sido, desde hacía ya un par de semanas, anunciado. Los refugios se habían establecido y las ciudades afectadas comenzaban con los preparativos para recibirlo. El recorrido del dios maya Huracán pasaría por las ciudades de Chetumal, Bacalar y Cancún. 

Los centros de acopio fueron los siguientes:

  • En Chetumal el Cine Café se reabrió para su uso y se utilizaron las salas de Cinépolis.
  • Bacalar estableció el refugio dentro del Fuerte de San Felipe.
  • Dentro del Teatro Álamos, Cancún estableció el suyo.

Cada año, con la temporada de huracanes, llega a la península de Yucatán una celebración artística y fílmica que sirve como el preludio y postludio de unas cuantas tormentas que nos honran con su llegada. Con el slogan “Después de la tormenta llega el cine”, Árbol Rojo celebró 7 años de cumplir con la misión de llevar cine al sur del país. 7 fueron las proyecciones de largometrajes que dejó el paso de la tormenta.  Las ciudades de Chetumal, Bacalar y Cancún, ya acostumbradas a los ciclones anuales, salieron buscando abastecerse de buen cine. Los centros de acopio de Árbol Rojo son un espacio dónde reunirse y conectar, olvidándonos de las lluvias pasadas, de la calle encharcada, el árbol partido, la gotera interminable. Las proyecciones de las que abastecen a los damnificados permiten alimentar su creatividad y su mente y prepararlos para las tormentas siguientes. 

La primera noche, el 19 de septiembre, fue la gala que inaugurara el recorrido de Árbol Rojo, centro de acopio cinematográfico. En Cinépolis, los “damnificados” pudimos ver la historia de un músico que ha luchado ante la adversidad y conocimos la historia de una mamá robot, que por haber caído en el lugar equivocado, ahora tiene que ser la cuidadora del bosque. Al salir de la sala de cine, el sentimiento compartido era de esperanza. Las historias que habíamos visto y escuchado nos estaban preparando para lo que vendría. 

En el Fuerte de San Felipe de Bacalar, donde las tormentas se acostumbraron a llegar, Árbol Rojo también pasó. Los habitantes de Bacalar recibieron el presente con una doble proyección que impactaría de emociones tan fuertes como la pérdida y la venganza de los damnificados. Tanto Mauro como Thelma fueron proyectados. 

La primera noche, el 19 de septiembre, fue la gala que inaugurara el recorrido de Árbol Rojo, centro de acopio cinematográfico. En Cinépolis, los “damnificados” pudimos ver la historia de un músico que ha luchado ante la adversidad y conocimos la historia de una mamá robot, que por haber caído en el lugar equivocado, ahora tiene que ser la cuidadora del bosque. Al salir de la sala de cine, el sentimiento compartido era de esperanza. Las historias que habíamos visto y escuchado nos estaban preparando para lo que vendría. 

En el Fuerte de San Felipe de Bacalar, donde las tormentas se acostumbraron a llegar, Árbol Rojo también pasó. Los habitantes de Bacalar recibieron el presente con una doble proyección que impactaría de emociones tan fuertes como la pérdida y la venganza de los damnificados. Tanto Mauro como Thelma fueron proyectados. 

El Cine Café de la casa de la cultura de Chetumal también fue visitado por Árbol Rojo, donde se presentó una película sobre la historia de una mujer que pacientemente espera el momento de vengar a su hermano, asesinado en el movimiento del ‘68. Allí y al siguiente día, El eco de Tatiana Huezo resonó ante el público de Chetumal, compartiendo la calma que la obra de Tatiana transmitió a la sala.

También en Chetumal, se presentó la película de Residente, In The Summers, sobre un padre que es visitado por sus hijas verano a verano. Así como Árbol Rojo que cada año, desde hace ya 7, visita las costas del sureste. 

El Cine Café de la casa de la cultura de Chetumal también fue visitado por Árbol Rojo, donde se presentó una película sobre la historia de una mujer que pacientemente espera el momento de vengar a su hermano, asesinado en el movimiento del ‘68. Allí y al siguiente día, El eco de Tatiana Huezo resonó ante el público de Chetumal, compartiendo la calma que la obra de Tatiana transmitió a la sala.

También en Chetumal, se presentó la película de Residente, In The Summers, sobre un padre que es visitado por sus hijas verano a verano. Así como Árbol Rojo que cada año, desde hace ya 7, visita las costas del sureste. 

Y como si el slogan fuera profético, los habitantes de Cancún llegaron al Teatro Álamos, aterrados después de una tormenta, y listos para aterrarse aún más con la historia de El baño del diablo. El 29 de septiembre, Árbol Rojo se despedía de nosotros y la proyección de ¡Corre!, fue la clausura de una muestra fílmica que duró diez días, recorrió tres ciudades y proyectó 7 filmes largometrajes. 7 como el número de años en los que ha dejado a su paso momentos de emoción y de sorpresa, donde nos ha invitado a estos refugios en donde podemos reunirnos con gran cine que deja a su paso. Que nos ayuda en la adversidad Y que, así como la tormenta y la calma y la tormenta después de ésta, estamos seguros que volverá. 

Y como si el slogan fuera profético, los habitantes de Cancún llegaron al Teatro Álamos, aterrados después de una tormenta, y listos para aterrarse aún más con la historia de El baño del diablo. El 29 de septiembre, Árbol Rojo se despedía de nosotros y la proyección de ¡Corre!, fue la clausura de una muestra fílmica que duró diez días, recorrió tres ciudades y proyectó 7 filmes largometrajes. 7 como el número de años en los que ha dejado a su paso momentos de emoción y de sorpresa, donde nos ha invitado a estos refugios en donde podemos reunirnos con gran cine que deja a su paso. Que nos ayuda en la adversidad Y que, así como la tormenta y la calma y la tormenta después de ésta, estamos seguros que volverá. 

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