– por Joshua Solana

Un festival de cine se compone, mayoritariamente, de 3 cosas. La industria, que cuenta con un papel importante, pues durante el festival se desarrollarán las juntas y conversaciones necesarias para conectar a productores con creativos; Las audiencias, que en muchos de los casos serán las primeras reacciones a un proyecto que apenas comienza su recorrido por salas y las películas, que son la mera excusa por la cual nos reunimos todos frente a la pantalla para celebrar el arte y la cultura cinematográfica. Dentro del cine coinciden productores, audiencias y creativos sentados el uno al lado del otro entre butacas en las que no existen divisiones de ninguna índole. Puesto que todos son invitados del festival, su presencia no solo enriquece la experiencia del evento, sino que también aporta una diversidad de perspectivas y una sinergia vibrante que transforma cada proyección en un momento único. Es por eso por lo que hoy queremos poner el reflector en ellxs, celebrar a los invitados que han recorrido junto a Árbol Rojo 7 años de fiesta, cultura y mucho cine.

Desde productoras hasta actores, críticos y aficionados, cada uno juega un papel crucial en la celebración del arte cinematográfico. En Árbol Rojo nos sentimos honrados por la calidad y nivel de invitados que han ido acompañando al proyecto a lo largo de estos 7 años. Desde los primeros, Eva Sangiorgi y Diego Quemada-Diez, quienes compartieron su conocimiento a través de una increíble clase magistral aun cuando el proyecto estaba sobre pañales, así como los histriones Ximena Romo y Tenoch Huerta que nos acompañaron en el primer aniversario de la marca, hasta los más recientes, como los homenajeados en la edición anterior Alfonso Herrera, Joaquín Cosío y Alejandra Bogue. Todos estos invitados son muestra clara de la importancia que el proyecto le ha dado al impulsar las voces de los artistas más importantes hoy en día. Voces y diálogos como los que hemos tenido en ediciones pasadas, como el destacado Foro Cine Mexicana que contó con la presencia de cineastas, distribuidoras, animadoras y demás invitadas presentes en el quehacer cinematográfico. Todas estas charlas y diálogos son importantes, pues al conectar a gente de la industria con las audiencias los festivales se vuelven un puente entre ambas.

Para Árbol Rojo ese ha sido el propósito siempre, ser el puente que une voces. La de los invitados, pues su participación aporta una diversidad de perspectivas que enriquece el diálogo y la de las audiencias. Un festival de cine es una reunión de personas que aman el séptimo arte, por lo que los invitados actúan como un puente vital entre la industria y el público, así ha sido tanto en nuestros conversatorios, como en las masterclass y en los talleres de formación en los que siempre hemos apostado. Además, las pláticas que se generan entre el talento invitado y el público, impulsan la innovación y fortalece las redes dentro de la comunidad cinematográfica. Al darles un espacio para expresarse, se celebra el cine de manera inclusiva, creando un sentido de pertenencia y comunidad que transforma el festival en una auténtica fiesta cultural.

Es por todas estas razones y por muchas más por lo que el día de hoy los reflectores apuntan hacia las butacas, hacia aquellos que año con año hacen de este festival una fiesta cultural. Desde las homenajeadas, como la cantante y actriz Astrid Hadad a quién celebramos en nuestro segundo aniversario o la actriz María Rojo que nos acompañó para celebrar su trayectoria cuando cumplíamos nuestro primer lustro, hasta aquellas personas que apoyaron al desarrollo del talento local compartiendo su conocimiento a través de talleres y seminarios de formación, actrices como Gabriela Cartol, guionistas como Abia Castillo y Carlos Cuarón, productores como Nicolás Celis y sonidistas como la ganadora del Oscar Michelle Couttolenc y muchos más que se han interesado en impulsar la industria cinematográfica en el sur del país.

Cada año nuestros invitados enriquecen este evento con sus perspectivas únicas y su pasión por el arte cinematográfico. Sus contribuciones no solo han elevado la calidad del festival, sino que también han fomentado un ambiente de sinergia y colaboración que transforma cada proyección en una experiencia inolvidable. Gracias a ustedes, este festival no solo es un espacio de encuentro para la industria, sino también una fiesta cultural donde el cine se vive y se comparte de manera apasionada.

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